Abro el correo a las 10:30 de la mañana y encuentro más de 15 correos preguntándome si sigo con ellos y acepto la nueva política de privacidad. «Sile», «Nole», «Nole», «Sile»…bien, hago la primera limpia y de repente me siento más libre. «Oye, pues al final la entrada en vigor del RGDP va a venir hasta bien».
Pasan un par de horas y de nuevo el correo se ha llenado de mensajes rogándome que continúe a su lado «No nos abandones» «¿es nuestra última vez?» «¡dame el sí quiero!». Recibo correos incluso de páginas que no recordaba haberme suscrito nunca…sería para algún ebook de esos que luego nunca leo o para algún descuento en la primera compra. A saber.
Pero eh!! qué pasa…según se ha ido acercando el 25 de mayo, mi bandeja de entrada echa humo. Literal. Tengo la papelera llena de emails que ni leo y entonces donde algunos solo ven SPAM, yo veo INFOXICACIÓN. ¡Nooooooooooooooo! mientras pongo mi mano sobre mi frente y suspiro, admito que he caído en la enfermedad del S.XXI: estoy infoxicada. [toc]
¿Qué es la infoxicación?
La infoxicación es sobrecarga de información. Este término lo acuño el especialista en información Alfons Cornellá, como acrónimo de intoxicación por información. No sé tú, pero yo con el nuevo Reglamento me he dado cuenta que estoy intoxicada. No puede ser que en menos de 3 días haya enviado a la papelera más de 50 correos. ¡Una pasada!
Aunque no me quiero sentir mal, sobre todo porque mal de muchos…pues eso.
La sociedad cambia tan rápido y se genera tanta información que se crea la necesidad de consumir compulsivamente datos y más datos. Como el tiempo es limitado, empezamos a escanear en vez de a leer, hacemos la lectura en F, nos ponemos un podcast camino a donde sea para «aprovechar el tiempo». Nos suscribimos a este blog, nos descargamos ese ebook y así hasta el infinito y luego pasa lo que pasa.
No da tiempo a procesar tanto dato, nos sentimos desbordados y pasamos de ser homo sapiens a homo diogeniens, porque más que procesar y aprender, engullimos y acumulamos. Que los expertos no se sientan ofendidos, esta generalización va para el resto de los mortales, para quiénes estos días nos hemos sentido liberados al quitarnos tantas suscripciones de encima.
¿Por qué nos infoxicamos?
Estamos bombardeados por estímulos informativos o desinformativos. La tecnología ha supuesto la creación de nuevos canales que anteriormente no existían: Google, blogs, redes sociales, whatsapp…
Venga, va ¿cuántas veces miras al día las notificaciones de tu móvil?
Una vez intenté desinstalar whatsapp y estuve sin la aplicación varios días y entonces sobrevino el efecto «cri, cri, cri». Oye, ni perri contactaba conmigo. Solo me llamaban por teléfono mis padres. En cierta manera me vi obligada a reinstalar la app, aunque hace meses que tengo desactivadas las notificaciones.
Todos estos cambios también han precipitado que hayamos perdido la paciencia. Lo queremos todo ya y si puede ser gratuito, mejor. ¿Tengo una duda? Lo busco en google. Quiero saber «X», lo busco o se lo pregunto a Rita, que como es adicta a las redes, antes de que he terminado de realizar la pregunta, ya tengo su respuesta. Pim, pam. Lo quiero, lo tengo. Y si no lo consigo, me pongo nerviosa.
La impaciencia también ha provocado que consideremos fuentes a twitter y a google, por ejemplo, sin ni siquiera contrastar la fuente real. Anda que no han metido la pata numerosas veces medios de comunicación a los que se presuponía cierto prestigio.
5 causas por las que puedes estar infoxicado
Ya te digo que el RGPD me ha servido para reflexionar y darme cuenta que soy una diógenes de la información. Rascando un poco, he sacado estas 5 causas que me pueden estar provocando esta intoxicación. Nada mejor conocer el origen para poner remedio. A ver si te sientes reflejadx.
1. Los «por si»: guardo esto «por si luego lo necesito»
No sé tú, pero yo guardo mucha información, con su estrellita de importante y todo, porque me ha parecido que tiene buena pinta y he considerado que quizá más tarde, más o menos cuando sea imposible encontrarlo, me puede ayudar.
¿Qué ocurre?
Que en mi bandeja hay tantas estrellitas que parece el firmamento. Y lo peor de todo es que no son fugaces, ahí están mes tras mes, esperando su oportunidad, deseando cumplir su deseo de ser consumida.
2. Formación
Realmente creo que en algún momento de mi vida voy a poder leer/ver los 456373920201 artículos y vídeos a los que estoy suscrita. Quiero seguir formándome siempre y mis intereses son muy variados, así que ahí tengo la carpeta de recetas veggies; de educar a un perro; de viajar por la conchinchina; de tocar el ukulele; de hablar en público; de fotografía; de productividad; de SEO y cómo buscar palabras clave; de….¡madre mía! ¡Gracias RGDP por abrirme los ojos!
Normal que me sienta así:
3. Inseguridad
Entre las causas no podía faltar nuestro amigo «síndrome del impostor« , sobre todo para personas como yo, que han comenzado a emprender por su cuenta hace nada y menos. Tus clientes están más que satisfechos; los resultados que obtienes son buenos y muy buenos; tu progresión es excelente; tus «profes» te dicen que eres una máquina…pero hay un qué se yo, yo que sé que te dice que te falta algo.
Así que te suscribes a un blog, a otro, a otro…¡¿cómo no me voy a suscribir al blog de este crack?! , ¡¿cómo no voy a seguir este canal tan top?! Seguro que si los leo, veo sus vídeos, aprendo trucos súpermegatop de la muerte voy a dar un salto.
Sí, claro.
Ni salto, ni leches. Diógenes de la información.
4. Análisis de «similares»
Ésta es muy buena. Empiezas a guardar y a crear carpetas con los correos que más y menos te gustan de tus compañeros de profesión, para poder analizar cómo lo hacen y así aprender de errores y aciertos.
Realmente, bien pensado está genial. Es el clásico «análisis de la competencia», que prácticamente haces a diario para tus clientes o proyectos con los que colaboras, pero que nunca tienes tiempo de hacer para tu marca. Algo que a priori es genial, se convierte en un mojón.
Pasan los meses y cuando vas a hacer limpieza porque ya no tienes casi espacio en Google Drive entonces descubres carpetas y correos que guardaste allá en el 2015. ¡¿Y esto de qué era?! Uff, ni idea.
5. Porque es fácil
Si todo en la vida fuera tan sencillo como guardar una url o suscribirse a un blog o a un canal…
No sé tú, pero yo los «me gusta» de twitter los utilizo en la mayor parte de los casos como «ver luego». Acabo de chequear mi cuenta de twitter (me puedes seguir y unirte a mi comunidad que es la caña @Rgalgora) y tengo 2.364 «me gusta». Como es gratis…
¿Tú te crees que en algún momento de mi vida voy a tener tiempo suficiente para engullir toda esa documentación?
Ahora mismo lo que pienso es, joe, ya podía haber un RGDP para hacer limpia en mis «me gusta». Venga, va, chequea cuantos «me gusta» tienes tú y escribe en comentarios. No quiero sentir que soy la única Diógenes tuiteriana.
He puesto el foco en twitter, pero lo mismo da para facebook, blogs, canales de youtube y sus «ver más tarde», etc. La usabilidad está de PM, botones grandes y bien vistosos. Claro, la suscripción es sencilla; lo difícil es procesar, que no nos da…
Otra evidencia que deja al descubierto la RGDP
Como explico en este post está claro que yo (el burro delante) y quizás tú, estamos infoxicados. Pero hay otra evidencia que deja claríiiisima el RGDP.
Los españoles lo dejamos todo para el final.
No es que seamos dejados, no. Es que nos mola la adrenalina del último momento, ir contra las cuerdas del reloj, sentir las palpitaciones del «llego, no llego»…
Algunos piden por twitter que el 24 de mayo sea considerado oficialmente el día del SPAM. A ti que lo pides…sí, a ti. Háztelo mirar porque ya sabes que si recibiste tanto correo es porque tú también eres un Diógenes de la información. ¡A mis brazos, herman@!
Cómo evitar la sobrecarga de información
Para no caer en la infoxicación, foco. Así de simple y complejo a la vez.
Son tantos los intereses, las fuentes de información, las exigencias, los cambios…que es muy sencillo perder foco y terminar suscribiéndote a miles de correos que nunca vas a leer en tu vida.
La RGDP me ha venido genial porque ahora que me he centrado, solo he dado mi sí quiero a muy pocas cuentas, las que realmente sí leo. Me ha permitido salir de listas que no me aportaban nada, no porque no fueran buenas, sino porque nunca accedí a su información.
Me siento con la mochila ligera. He descargado a mi mente del agobio y la ansiedad de no tener tiempo de procesar tanta información.
Dos lecturas y dos vídeos o podcast al día de profesionales que me aportan y me ayudan a seguir creciendo. Ésta es mi «dieta» actual de información, la que me permite caminar y avanzar en pro de mis objetivos.
Y tú, confiesa, ¿estás infoxicad@? ¿eres un Diógenes de twitter? ¿de la información en general? Me encantará leerte en comentarios y sentir que no estoy sola.
9 comentarios
German Barrientos
Me ha parecido muy interesante el término de infoxicación y la reflexión que haces para mantener el foco a pesar de todo.
rgalgora
Hola Germán!! Muchas gracias por comentar. Es muy complicado escapar de ella, pero es posible! 🙂
Yolanda
Genial y divertido este artículo. Me ha encantado!!
rgalgora
Hola Yolanda! muchas gracias por pasarte por mi blog y dejarme un comentario. Me alegro que te haya gustado 🙂 creo que se podría escribir lo mismo para el black friday, ¿no crees? ¡qué hartazgo! Un abrazo!!
Teresa
Bueno no sólo le has dado una vuelta de tuerca a la infernal RGPD sino que ¡por fín! alguien me ha hecho reír con este tema tan aburrido y que me ha dejado el encefalograma plano. Y yo me pregunto…si cada uno de nosotros hemos recibido 1000 emails sobre esto y no hemos podido ni siquiera abrir todos…¿alguien de verdad cree que se van a poner a investigar a todas las webs existentes? Vale, ya lo sé, si un usuario se queja es cuando se liaría todo pero pufff…Ay! Infotoxicada llevo desde que me metí en el mundo digital jajajja y ¡Cómo me gusta a vaces esa toxicidad! Jajjaja Gracias por tu post crack un gusto leer algo diferente y fresco.
rgalgora
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar!! La verdad es que andamos tan saturados que la limpieza no nos ha venido nada mal, ha sido como hacer un ctrl + supr a lo bestia, sin vaselina. Ahora toca elegir bien a quiénes seguimos y de quién aprendemos 😀 ¡Somos unas Diógenes! El truco ya sabes…foco!!! Un besazo enorme y gracias por tus palabras y tus risas 😀
Nuria
Uf, qué identificada me siento jajaja
Le has dado una vuelta de tuerca al RGPD y le has sacado la parte positiva: darnos cuenta de lo infoxicados que estamos, ¡y aprovecharla para poner foco!
Grande 🙂
rgalgora
Parece mentira a la cantidad de páginas a la que había dado mis datos… EStaba dada de alta hasta en sitios que no sabía ni que existían. WTF!
rgalgora
Aysss si es que…qué levante la mano quien no ande infoxicado hoy en día!! es tan fácil caer con tantos estímulos. Pero como bien dices, ahora a ser consciente y dar solo nuestros datos a plataformas que de verdad nos van a aportar algo 😀 Gracias por comentar!! 😉